María Magdalena es una Maestra Ascendida maravillosa conocida por el tiempo que pasó con Jesús hace 2.000 años. Hoy forma parte de la gran emanación de Luz a la Tierra, sirviendo desde el rayo Rosado del Amor Divino y la Gracia Sanadora. Fue sacerdotisa de Isis para los antiguos egipcios.María Magdalena viene a activar el Código Crístico en cada uno de nosotros. Con el fin de llegar a ser la llama viva de Dios en la tierra y mostradores del camino a toda la Humanidad.
Trae una enorme energía al Empoderamiento del Divino Femenino. María Magdalena se ha elevado por encima de la herida de la mujer y ahora quiere tocar esta zona de dolor muy suavemente para ayudar a las mujeres a sanar.
Es un aspecto de la Gran Madre cósmica, madre divina, es amor en acción. Ella pasó por los mismos procesos de sanación que pasamos las mujeres de hoy. En sus dos roles, como Madre y Amante, la esencia de lo femenino está directamente relacionada con la sexualidad.
El poder femenino se expresa a través de la fertilidad y fecundidad, de cuerpo y espíritu, que tiene sus raíces en la ciclicidad lunar femenina, unida a los ciclos estacionales de la naturaleza.
María Magdalena nos trae a la Diosa, para que podamos sanar las heridas de siglos de escisión entre los arquetipos de "Madre o Prostituta". Nos acompaña para llevar a cabo el trabajo de convertirnos en mujeres plenas, adultas, integrando las fragmentaciones que provocó el patriarcado, para que seamos capaces de atender nuestra propia nutrición y ser nutricias para los otros, desde una nueva concepción de los arquetipos femeninos.
La herida de la separación
Para entender cuál es la misión de María Magdalena respecto a las llamas gemelas, vamos a hablar de ello. Una llama gemela es básicamente tu compañero en la creación… tu otra parte. Cuando se crean las almas, como todo en el universo, estas tienen energía femenina y masculina ósea dos llamas. Al decidir encarnar en un cuerpo físico estas llamas se separan para vivir y aprender de sus experiencias.
Tenemos entonces al Divino Masculino y a la Divina Femenina, que son llamas gemelas y parte de un mismo ser álmico. Jesús y María Magdalena son llamas gemelas, cuando estas llamas se separan se genera una “herida de separación”
LA HERIDA FEMENINA: La mujer tiene su herida de la separación en su UTERO. Es por esto que el útero de la mujer ha sufrido durante miles de años. Sobre todo cuando ha habido violencia sexual, el trauma emocional que causa a las mujeres es fuertísimo. Se hace difícil para ellas ser autoconsciente y conectada a tierra.
La separación dejo una especie de agujero en la zona del vientre de la mujer. Su conciencia ha sido retirada de esta zona y ella se siente insegura porque carece de base o fundamento. Dentro de su vientre pueden oír gritos de angustia y dolor.
LA HERIDA MASCULINA: El hombre tiene su herida de la separación en su CORAZÓN. Debido a que las energías masculinas fueron las dominantes en el pasado, junto a las energías del poder y la opresión, los hombres se vieron obligados a cerrar sus corazones.
Tenían que ser fuertes y duros, esta fue la imagen ideal de ser hombre. Pero de esa manera los hombres se alejaron de sus sentimientos. Muchos hombres se encerraron en sus cabezas, se hizo difícil para ellos expresar sus emociones y sus sentimientos.
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¡Un abrazo de Luz!
Nell Instagram: @nell_luzdamor
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